Llegó
con los truenos y lluvias de septiembre. El ruido del agua arrullaba desde
temprano mi sueño. La letanía de ladridos de mis tres perros me puso en alerta. Primero
desperté y traté
de minimizar el hecho. Al notar la insistencia de mis nenes opté por ver de que trataba. Saqué del cajón
la cuarenta y cinco que heredé
de mi padre y le puse el cargador.
Sin importarme el frío, en calzones y descalzo, salí de la recamara, atravesé la sala, fui directo a la ventana del cuarto que da a la
calle. Mi gata me seguía
y también investigaba mirando de un lado a otro. Bajó corriendo y la seguí hasta la ventana de la cocina. Algo había visto. Con desesperación y nervios se ponía
de pie en el vidrio tratando de llegar más allá.
Con cautela me acerqué
y busqué en la oscuridad. No distinguí nada. Solo el agua de la lluvia que escurría en el vidrio y su ruido como de tambores en la lámina de la camioneta en la cochera.
Mis perros seguían
ladrando desesperados. Me alteraba escucharlos. Quité el seguro a la pistola y corté cartucho. Tomé
las llaves y me dispuse a abrir la puerta procurando no hacer ruido. La
combinación de viento y lluvia helada caló fuertemente en mis huesos y la imagen enganchada con sus
cuatro extremidades a la malla mosquitera de la puerta exterior, me partió el alma. Un cachorro felino empapado se aferraba a mi
puerta, ¿Cómo
supo a donde llegar? No lo sé,
pero había acertado. No lo iba a dejar morir. Aventé la pistola en el sillón más
cercano, abrí la puerta mosquitera
y lo desenganché entre maullidos
desesperados. Me quité
el bóxer y lo envolví
a la vez que lo secaba. Lo acurruqué
en mi axila mientras puse un poco de leche a calentar. La bebió con desesperación.
Los ladridos de mis perros cesaron. Mi gata y mi chihuahua seguían mis movimientos con curiosidad. Lo acerqué a ella y bufó
molesta. Mi chihuahua es un amor, cuando lo puse en su nariz lo lamió como símbolo
de aceptación creo yo. Ante ese
gesto se lo puse a los pies y el gatito busco refugio en el cuerpo de mi perro.
Se acurrucaron en el sillón
mientras él lamía
a nuestro nuevo huésped.
Le busqué heridas o bichos, afortunadamente no tenía nada y fue cuando pude comprobar que era hembra.
¿Cómo
te llamaremos? Dije en voz alta mientras veía como yacían
acurrucados. La acaricié
con el dedo atrás de la oreja y la
escuché ronronear.
Aquí
estarás segura nena, te buscaré alguien que te cuide y quiera como mereces.
Pareció
entender, volteó a verme y se
acurruco aún más
en mi perro.
¿Por qué
Gordo? ¿Por qué
tienes que buscarle a alguien?
No me esperaba esa pregunta de mi perro.
Porque somos muchos mijo.
¿Pinche gordo culón,
entonces para que le quieres poner un nombre si se va a ir?
Porque es lo que se debe hacer y ya, no se diga más cabrón.
Y se llamará… mmm
Pinche gordo ya vas a empezar con los nombres de tus putas.
Ssssh más
respeto enano.
Ella ya tiene nombre Gordo. Se llama PeterParker, así que no le inventes ninguno.
Pero si es hembra wey.
Pues yo no sé
ella dice que ese es su nombre.
¿Te dijo a ti?
Si.
Cargué
a la gatita y la vi a los ojos. ¿Eres
PeterParker?
Solo el ronroneo característico de un gatito que está cómodo.
Aún
no confía en ti Gordo. Y menos si acabas de decir que le vas a
buscar otro hogar. Por eso no te habla. Ya le dije que contigo no hay pedo pero
no me hace caso.
Me dirigí
a la recamara con la gatita en brazos y mi gata y el chihuahua me siguieron. Me
acurruque y la cobije entre mis brazos. Mis otros animales se echaron en los
pies.
Su ronroneo me hipnotizó hasta caer dormido. Desperté al sentir que me observaban. Abrí los ojos y me encontré con sus bellos ojos gatunos.
Soy PeterParker Gordo- Me susurró en el rostro.
Sonreí
al por fin obtener respuesta de mi rescatada.
Aquí
todos somos amigos. Mi casa es tu casa nena.
Gracias por dejarme entrar.
Gracias a ti por confiar en mí.
¿Te puedo compartir un secreto?
Claro que sí,
pero primero dime ¿Por
qué Peter si eres hembra?
No Peter…
PeterParker ¿Por qué? Porque sí.
Bueno mi secreto va por ahí
precisamente.
¿A ver dime, cuéntame?
Yo soy Spiderman.
¡Aaah con razón
PeterParker, Spiderman!
¡Ssssh calla, te dije que es un secreto!
Ok, ok. Perdón.
Bueno ya lo sabes entonces.
Nos quedamos dormidos mirándonos a los ojos y escuchando como la lluvia iba aminorando
poco a poco.
Hoy hace dos meses y medio de eso. A PeterParker le he
conseguido hogar. En este tiempo le ha dado vida a mi casa. Mi gata grande que
antes se la pasaba dormida se ha puesto más alerta antes los embates de un cachorro de su especie en
casa. Mi Chihuhua ahora es un perro juguetón que corre de un lado a otro para después caer rendido de cansancio junto a PeterParker. Mis otros
dos perros grandes bajaron su furia al ver que por mas que le ladran cuando se
atreve a ponerse frente a ellos no se intimida. En más de una ocasión
a cacheteado al macho alfa que controlaba la casa.
PeterParker es una gata con mucha energía y valor. No conoce límites ni quiero imponérselos. La dejo que vaya por toda la casa libre como un
pequeño tigre en miniatura. En ocasiones me acecha y ataca ,
adhiriéndose a alguna de mis piernas como un gato salvaje sobre un
jabalí.
Le he dicho que por que hace eso y se ríe. Me dice que en ocasiones se le antoja comernos a todos,
pero que nos ama y por eso jamás
lo haría. “Sin
embrago me gusta saborearlos un poco gordo”
Por todo esto y más
he decidido no darla en adopción.
PeterParker se queda en mi casa, con mi manada. Y chingue a su madre, si es
necesario saldremos cazar un poco, sin comer no nos quedaremos.